Cómo relajar tus lumbares.

¿Quién no ha tenido dolor en la espalda baja alguna vez? La típica lumbalgia que te parte por la mitad, no te deja descansar en ninguna postura y no se pasa por muchos antiinflamatorios y relajantes musculares que te tomes. Si nunca has tenido un lumbago considérate afortunadx, ya que es la segunda causa de atención médica a nivel mundial y se estima que el 90% de la población sufrirá alguno a lo largo de su vida. Es una patología muy común, muy dolorosa y muy incapacitante.

Normalmente ocurre por una combinación de factores. Suele haber una debilidad muscular de base, tanto en la espalda como en los abdominales, lo cual hace que esta zona esté menos estable y sea más propensa a lesionarse. Si además estás muchas horas en la misma postura, o haces movimientos repetitivos o esfuerzos sin ningún cuidado es muy probable que tarde o temprano acabes sintiendo un tirón en esa zona o te despiertes un día y no te puedas mover de la cama.

Pero que no cunda el pánico, hay varias cosas que puedes hacer si te molestan las lumbares:

  • Lo primero, no aguantar hasta quedarte bloqueadx: el cuerpo siempre avisa cuando algo empieza a ir mal, el problema es que muchas veces no lo escuchamos o nos hacemos los locos. A nadie le viene bien una lumbalgia, pero hacer que no te enteras solo va a hacerlo peor.

  • Si tienes una lumbalgia aguda, es decir, si llevas unos días con dolor fuerte y no te puedes mover con normalidad, ve a un fisioterapeuta. Seguramente estés sufriendo un proceso inflamatorio y tensional y necesitas ayuda para esta primera fase, sobre todo para evitar agravamientos y complicaciones. Cuanto antes vayas, antes empezarás a mejorar.

  • Si la fase aguda ya ha pasado, es decir, tienes molestias en la zona pero puedes moverte y hacer vida más o menos normal, entonces puedes empezar a hacer ejercicio terapéutico. De esta forma vas a terminar de soltarte a través del movimiento, la respiración y los estiramientos musculares. Así te aseguras de que no queden tensiones ni bloqueos en tu espalda y evitas las recaídas, que son muy frecuentes en esta patología. Además, suele ocurrir que cada vez que se recae es peor que la anterior, así que cuanto antes cortemos el círculo vicioso, mejor.

Aquí abajo te dejo los enlaces a dos sesiones de estiramientos que he preparado específicamente para este problema, la primera más breve, para hacer cuando no tienes mucho tiempo y la segunda es la clase completa, con todos mis ejercicios favoritos para que tus lumbares se queden en la gloria.

CLASE CORTA (8 minutos)

CLASE COMPLETA (38 minutos)

Además, para que tengas aún más herramientas, te cuento unos trucos extra:

  • Las mañanas suelen ser el momento más duro cuando tenemos lumbalgia, así que empieza el día sin prisa, moviéndote con atención.

  • Incorpórate de la cama o del sofá siempre tumbándote de lado y apoyándote en las manos.

  • El calor suave alivia, pero si te pasas es contraproducente. Es mejor una bufanda enrollada alrededor de la cintura que una bolsa de agua caliente.

  • Evita estar mucho tiempo seguido en la misma postura, aunque te cueste, intenta levantarte cada 30-40’ y caminar un poco.

  • Evita dentro de lo posible las fajas, en el momento alivian pero a la larga debilitan tu musculatura haciéndote más propenso a lumbalgias.

  • No camines encorvadx e intenta no cojear, ya que lo haces peor. Es mejor que te muevas despacio y que utilices una muleta o bastón si te hace falta.

  • En cuanto puedas, empieza a fortalecer la espalda y los abdominales para reforzar la zona y evitar que te vuelva a ocurrir. Si tienes dudas de cuando empezar, pregúntale a tu fisio o escríbeme y cuéntame tu caso

Espero que estos consejos te ayuden y recuerda que la prevención es el mejor tratamiento, aprende a escuchar a tu cuerpo y tu salud mejorará.

¡Nos vemos en clase!

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