Cómo ganar flexibilidad.
En mis años de práctica como fisioterapeuta he observado que mucha gente tiene una idea equivocada de lo que es la flexibilidad y cómo se consigue.
Es verdad que la genética puede influir y hay gente que es elástica de manera natural. Pero la realidad es que, en la inmensa mayoría de los casos, flexible no se nace, se hace.
Con 20 años yo era un bicho palo, mi elasticidad era pésima y tenía constantemente dolores de espalda y cuello. Hasta el punto de que me llegué a plantear si podría seguir haciendo mi trabajo hasta jubilarme.
Mi postura era cada vez más encorvada y mantener la espalda recta me suponía un esfuerzo enorme.
Siguiendo los consejos de mi médico, empecé a hacer natación e ir al gimnasio. Lo hacía antes de entrar a trabajar y la verdad es que me sentía mucho mejor en general, pero las contracturas seguían ahí y mi postura no mejoraba.
Hasta que descubrí primero el yoga y luego el pilates y empecé a hacer ejercicio de forma *consciente*. Cuando aprendí a trabajar la movilidad junto con la respiración y a tratar mi cuerpo como un todo empecé a sentir el verdadero cambio. Los dolores crónicos fueron desapareciendo, mi fuerza y resistencia mejoraron muchísimo y me volví mucho más ágil y elástica.
Pasé de bicho palo a caña de bambú.
Hoy en día, casi 20 años después, veo mis fotos de aquella época y no me reconozco. Recuerdo esa frustración por no poder librarme de mis dolores diarios y me siento muy afortunada por haber encontrado el camino adecuado.
La foto de abajo es mi yo de 22 años versus mi yo de ahora. Recuerdo el día que me saqué la primera foto, lo incómoda que estaba en esa postura y la decepción que sentí al ver lo poco que se arqueaba mi espalda. Fue una bofetada de realidad.
Por eso quiero compartir estas herramientas contigo, por si tú también quieres dejar de ser un bicho palo. Por si quieres agacharte a por algo y volver a ponerte de pie sin soltar un gruñido.
He preparado esta rutina de estiramientos para que puedas empezar ahora mismo. Recuerda que la clave es la constancia, es mejor hacer poco muchas veces que pegarte una paliza un día y no volver a hacer nada hasta el mes siguiente.
Si quieres seguir mejorando tu flexibilidad, tu postura, tu fuerza y mucho más tienes más clases en mi web. Solo necesitas 10’ al día para despedirte del bichopalismo. Así de fácil.