Cómo aliviar las piernas cansadas.

El síndrome de piernas cansadas es una patología vascular provocada por una mala circulación venosa o circulación de retorno. Las sensaciones que suelen aparecer son variadas y cambian mucho según la persona. Las más comunes son hinchazón de pies y tobillos, tensión muscular, dolor, sensación de pesadez, tirantez, picor… Estos síntomas se notan en ambas piernas y suelen empeorar a lo largo del día. Si los notas de un día para otro en solo una de las piernas, acude a tu médico lo antes posible.

Esta mala circulación puede estar provocada por muchas causas, pero una de las más habituales es (a ver si adivinas) el sedentarismo. Tanto si estamos todo el día sentados como todo el día de pie tenemos muchas papeletas para acabar sufriendo estas incómodas molestias. También influyen las hormonas, el clima, algunos medicamentos… pero si introducimos de forma adecuada el ejercicio físico en nuestro día a día el resto de causas no nos afectarán tanto.

Para mejorar esta patología hay dos cosas que te van a ayudar: el movimiento y la fuerza de la gravedad. Lo que ocurre en este síndrome es que a tu sangre y tus líquidos linfáticos les cuesta hacer el camino de vuelta desde tus pies a tu corazón y tienden a quedarse estancados, a invadir los tejidos y a crear esa inflamación o edema tan característicos. Cuando te mueves, tus músculos se contraen y relajan funcionando como una bomba que impulsa todos esos líquidos hacia arriba. Lo mismo ocurre cuando inviertes tu postura, la propia fuerza de la gravedad hace que la circulación venosa mejore. Si combinamos estas dos cosas tendremos la solución a nuestras piernas cansadas.

Ahora tengo una noticia buena y una mala. La mala es que las posturas invertidas tienen su dificultad y para que sean efectivas a nivel circulatorio tenemos que estar un buen rato en ellas. Seamos sinceros, poca gente es capaz de hacer el pino durante 10 minutos seguidos… ni 5… ni uno. Pero la buena noticia es que hay una invertida que puede hacer prácticamente todo el mundo y que te permite activar tus músculos mientras la fuerza de la gravedad hace su trabajo.

¿Cómo te quedas?

Para ponértelo aún más fácil he preparado dos clases basadas en esta postura, una más corta para que hagas en cualquier momento del día y otra mas larga por si quieres trabajar este problema más a fondo y notar un alivio más duradero.

Puedes acceder a ellas pinchando en los enlaces de abajo.

CLASE CORTA (10 minutos)

CLASE LARGA (20 minutos)

Espero que las practiques y que disfrutes de los beneficios de invertir tu postura un ratito cada día. ¡Nos vemos en clase!

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