La respiración es uno de los procesos más mágicos que se producen en el cuerpo y sin embargo no le damos la importancia que merece. Todos respiramos de forma natural, automática. Es lo primero que hacemos al nacer y lo último antes de morir. Pero también podemos respirar de forma consciente o voluntaria. De esta manera podemos regular nuestro sistema nervioso, mejorar nuestro rendimiento e incluso cambiar nuestro estado de ánimo. Te voy a contar los tipos de respiración que existen y los beneficios de respirar bien y espero que te animes a incluir estos ejercicios en tus rutinas.

Los seres humanos obtenemos nuestra “gasolina” de dos formas: a través de la comida y del aire que respiramos. Si nuestra respiración es poco eficiente, el cuerpo recibe menos nutrientes y va a tener menos energía para realizar sus funciones. En cambio, si respiramos correctamente todo nuestro sistema se beneficia.

Además, la respiración es la bisagra que conecta cuerpo y mente. A través de ella podemos cambiar nuestro estado mental en segundos. Por ejemplo, cuando bostezamos nuestro cuerpo usa la respiración de forma involuntaria para que nos espabilemos a través de una inhalación larga seguida de una exhalación rápida. En cambio, cuando nos sentimos en peligro hacemos inspiraciones y espiraciones muy cortas y rápidas, para mantenernos alerta y salir corriendo en cuanto haga falta.

En general, cuando queremos activarnos debemos alargar la fase de inspiración y cuando queremos relajarnos o calmarnos alargaremos la espiración. Solo con saber esto, ya puedes utilizar la respiración como un regulador natural de tu estado de ánimo.

Cuando utilizamos la respiración consciente al hacer deporte, conseguimos por un lado calmar la mente y mantener la atención en el momento presente, y por otro lado nuestro cuerpo se va a oxigenar mejor, por lo que vamos a mejorar los efectos del ejercicio y a sentir menos fatiga.

Hay varios tipos de respiración según las zonas a dónde se dirige el aire, te los explico brevemente para que puedas distinguirlos:

• Costal o clavicular: se realiza llenando la parte superior de los pulmones. Es una respiración superficial e ineficiente y por desgracia es la que usamos la mayor parte del tiempo. Así respiramos cuando tenemos un ataque de asma, pero también cuando estamos estresados o sentimos ansiedad. A la vez, respirar así nos hace estar más ansiosos, por lo que es un círculo vicioso del que conviene salir.

• Torácica o pectoral: se realiza expandiendo las costillas a través de la activación de los músculos intercostales. Es una respiración profunda, que aprovecha toda nuestra capacidad pulmonar y que libera tensiones de la espalda.

• Abdominal o diafragmática: se realiza activando el diafragma, que es el principal músculo respiratorio y tiene muchísimos beneficios. Es una respiración profunda y eficiente, que moviliza los órganos y vísceras ayudando a que funcionen mejor y estimula el nervio vago reduciendo nuestros niveles de estrés.

Con esto ya puedes diferenciar las formas de respirar que existen. Si quieres pasar a la práctica y aprender las nociones básicas para respirar correctamente, pincha en el enlace de abajo y te enseño unos ejercicios rápidos y sencillos.

EJERCICIOS PARA MEJORAR LA RESPIRACIÓN

Si quieres profundizar un poco más y aprender también trucos para relajar tu diafragma, liberar tus costillas y despejar las vías respiratorias para trabajar tu respiración de forma integral, pincha en el siguiente enlace y accede a la clase completa.

RUTINA COMPLETA PARA LA RESPIRACIÓN

Pocas prácticas te dan tantos beneficios en tan poco tiempo, y sin sudar ni una gota, así que anímate y ¡nos vemos en clase!